martes, 13 de marzo de 2012

Si Argentina llora, latinoamérica no ríe

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La reclamación soberana de la República Argentina sobre las Islas Malvinas podría ser análoga a la demanda soberana de Venezuela en el ultraje de la Guayana Esequiba. Los parámetros históricos son concéntricos espejos de la usurpación de la geofagia (engullir tierra) imperial de su “majestad británica” en todo el mundo. Un imperialismo arcaico, medieval y salvaje en su máxima expresión (eso representa el Reino Unido hoy), y es por ello que la República Bolivariana de Venezuela y la Revolución deben, sin ninguna excusa diplomática, apoyar y sentir la hermandad y dignidad histórica, como hijos de Bolívar, en la defensa al derecho soberano de Argentina sobre ese territorio insular parte integral de la Patria Grande.


Dice un antiguo adagio griego que “Si Atenas llora, Esparta no ríe”, y en esta expresión se afirma que sí Argentina pierde su soberanía al derecho del reclamo de su autoridad irrestricta sobre las Islas Malvinas, toda Latinoamérica no reirá porque al final tendremos un destino parecido. En la pasada reunión de los presidentes del MERCOSUR, la presidenta Cristina Fernández recordó al Presidente Hugo Chávez Frías, haciendo mención a Venezuela como la poseedora de las mayores reservas petrolíferas del mundo. Expresando su inquietud de que esta forma, somos más propensos a sufrir un flagelo militar de tipo imperial.


Los antecedentes de la invasión inglesa a las Malvinas datan desde 1760, cuando incluso el 3 de enero de 1833, fuerzas expedicionarias inglesas también invadieron a Buenos Aires (antigua Provincia del Rio de la Plata) para reclamar sus derechos sobre las islas ante la naciente República. Resulta paradójico que las islas Malvinas tampoco hayan sido territorios legítimamente del Reino de España ya que ambos imperios disputaban el territorio insular, obteniendo España la victoria sobre Inglaterra en el año 1770 cuando desalojó a los ingleses. Por derecho al Tratado de Paz (Informe Samuel Johnson de 1771) “epilogaron” la legitimidad de las islas Malvinas a España. De allí el reconocimiento al “origen histórico de la República Argentina sobre las mismas” (Informe Rattenbach). Automáticamente la naciente República reclama al Reino Unido su derecho soberano sobre las islas invadidas.


Pasaron 150 años desde la primera reclamación ignorada hecha por el país austral a las potencias europeas hasta la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, bajo la Resolución 2065, por medio de la que la República Argentina oficializa la reclamación y el comienzo de las negociaciones con fines pacíficos.


Las conversaciones entre las Partes han sido un rotundo fracaso por la sencilla razón de que el Reino Unido no acepta que su ocupación fue de manera forzosa e ilegal. La República Argentina reafirmó ante las Naciones Unidas su determinación a la pertenencia a su soberanía sobre las islas, siendo además de manera irreversible.


El Incidente Davidoff


La opinión generalizada por la prensa internacional es que en la dictadura militar en Argentina para 1982, el Teniente General Jorge Rafael Videla, Presidente de la Junta Militar, organizó una cortina de humo para salvar a su gobierno. Realmente, según el Informe Rattenbach [1], el inicio de las hostilidades fue por una operación comercial de un ciudadano argentino con una empresa inglesa, Constantino Davidoff, quien firmó el 19 de septiembre de 1979 un contrato comercial en Edimburgo, Inglaterra, con la empresa "Salvensen Limited" para que el señor Davidoff pudiese operar en el desguace de los puestos balleneros en la isla San Pedro, (mal llamada por los británicos “Georgias del Sur” y “Sándwich del Sur”) a 500 km del continente suramericano. En este sentido, el contrato fue refrendado y avalado por el embajador británico en Buenos Aires, Eduardo Loughlin.


Seguidamente, el asunto se complica hasta el punto de la humillación hecha por las autoridades británicas en Georgias del Sur, quienes desconocen el contrato e impiden su ejecución. Argentina reclama a Londres el derecho de la actividad económica en las islas. Lo que ocurre luego es un caso aun incierto, el asunto es que Davidoff reclama a las autoridades usurpadoras y estas responden con el impedimento de ejercer el desguace ya pagado a la empresa inglesa. Argentina ve en esta acción la oportunidad de ejecutar el Plan “Azul” (operación del rescate de las islas para la Argentina), todo si fracasaba la negociación diplomática. La operación “Azul” venia gestándose desde hacia un tiempo entre los militares argentinos con la determinación de ejecutar un rescate de justicia histórica.


Inicio de las hostilidades – la decisión estratégica:


“El incidente de las Islas Georgias del Sur se originó al desembarcar personal argentino en la Isla San Pedro, izar el pabellón nacional -por iniciativa propia- y no cumplir los requisitos de inmigración exigidos por las autoridades británicas. Este hecho se transformó en el elemento desencadenante del conflicto del Atlántico Sur, al producir una reacción británica considerada exagerada, y precipitar la decisión de la Junta Militar de adelantar la operación "Azul". Teniente General (R) Benjamín Rattenbach.


La operación “Azul” es la reacción más agresiva por parte de la Junta Militar argentina en tomar militarmente las Islas Malvinas y ciertamente la reacción preliminar de Inglaterra fue de bravuconería, discutiéndose el envío de barcos militares a las islas. Al final fue una reacción desenfocada por parte de la Junta Militar porque aun no contaban con la preparación militar acabada.


Argentina pudo haber ganado el conflicto militar de haber contado con mayor capacidad militar y, sobretodo, de haber contado con el apoyo de los países latinoamericanos en una justa lucha descolonizadora. http://www.aporrea.org/internacionales/a140042.html


Lamentablemente la desunión tomó a la Argentina por sorpresa. El 19 de marzo de 1982, civiles y militares argentinos desembarcaron en el Puerto Leith en Georgia (Malvinas) considerándose este desembarco argentino una invasión Argentina, por parte de los súbditos ingleses.


La guerra en sí fue intensa en el mar. Argentina demostró el coraje en la defensa de su derecho a la soberanía en las islas. La marina de guerra británica (“Royal Navy”) hundió de manera cobarde y sin atender a las reglas mínimas de la guerra moderna (Acuerdos de Ginebra de 1945) al crucero insignia de la marina de guerra Argentina, “General Belgrano” con más de 300 perdidas. Argentina por su parte logró devolver el golpe cuando sus aviones de guerra atacaron con misiles a la fragata “Sheffield”, logrando también su hundimiento, además de hostigar los buques de desembarcos y las patrullas inglesas. La fuerza aérea argentina destruyó los buques “HMS Sir Lancelot”, “Galahad” y el “Sir Fearless” con más de 200 bajas (bajas no reconocidas por Gran Bretaña). La confrontación en tierra también demostró ser impactante, las perdidas por ambos bandos fueron numerosas.


La operación británica apoyada por los Estados Unidos secretamente y la alta capacidad tecnológica de la armada y de la inteligencia militar, obligaron a la Argentina solicitar el cese del conflicto y perder nuevamente las islas ante el poder militar del imperio ingles.


La condición estratégica de las Malvinas para América del Sur:


¿Por qué Gran Bretaña no renunciará a devolver las Islas Malvinas a la República Argentina? La repuesta es sencilla y la plasma magistralmente el Informe Rattenbach.


Las Islas Malvinas representan en el plano geo-estratégico, un estrecho como el Ormuz en el Oriente Medio. Por el Atlántico Sur Austral, recorre el 40% del comercio marítimo mundial. Si llegase a estallar el conflicto con la República Islámica de Irán, el estrecho de las Malvinas se convertirá en el paso del 90% de las rutas marítimas del planeta. En la zona austral existen grandes recursos probables de: cromo, níquel, hierro, cobalto y silicio, sin mencionar las ya probadas, pero secreta información, reservas de hidrocarburos. La razón económica, es la que atrae aun más la voracidad inglesa en la región: Y ahora ha comenzado su explotación irracional, por lo cual Argentina esta en su derecho de reclamar nuevamente la soberanía de las Islas Malvinas. Todo parece indicar que América del Sur será en un futuro no muy distante el objeto de una abrumadora expoliación.




Notas:


[1] Teniente Coronel, Benjamín Rattenbach, argentino, quien elaboró Informe de los acontecimientos de la guerra a los sucesivos gobiernos de Argentina.

sábado, 3 de marzo de 2012

Doctrina Imperialista y Crisis Internacional INTERNACIONAL

Lorena Giménez / Alexander Suárez
Publicado: Aporrea


El sistema mundo actual se caracteriza por la interrelación, interdependencia y el dominio de unos pocos sobre otros muchos. Este ha sido un proceso dominado por monopolios internacionales privados generalmente responsables de la violencia que se genera al interior de los Estados.


Ello se ha acentuado en las últimas décadas en un intento por socavar los principios que han regido el derecho internacional. Las nuevas doctrinas emanadas desde el norte para garantizar sus fines económicos geopolíticos, propugnan la responsabilidad de proteger, la seguridad humana, la protección de civiles, la gobernanza mundial, ejemplos fundamentales de cómo se han apoderado del control de la “moral” y la comunidad internacionales, imponiendo la agenda política y económica del globo, por intermedio de sus lobbies políticos, corporaciones transnacionales, grandes emporios de la comunicación y apoyados por numerosas ONG’s que ellos mismos crean y financian.  


Finalizada la Segunda Guerra Mundial y vista la devastación que dejó tras de sí, los países europeos, en un intento por protegerse a sí mismos de nuevas guerras por expansión territorial, formulan y consagran los principios de respeto a la soberanía, la libre determinación de los pueblos y la integridad territorial que regirían el derecho internacional hasta la actualidad.


De esta manera, se consagran tales principios con la firma de la Carta de las Naciones Unidas en 1945, parte de cuya agenda originaria fue iniciar  un proceso de descolonización, en respuesta a las presiones de los Estados Unidos para participar en la distribución del mundo, espacio que hasta ese entonces tenía vedado, debido a las medidas proteccionistas que las metrópolis europeas tenían sobre sus colonias. 


Hoy día, la comunidad internacional agrupada en Naciones “Unidas” cuenta con 193 Estados Miembros, de los cuales al menos 140 países son considerados como países “en vías de desarrollo”, para referirse eufemísticamente a países pobres.


Sin lugar a dudas, esta situación de desigualdad evidente y actual crisis económica, coloca a los países ricos y poderosos en una posición “incómoda”, en particular frente a aquellos Estados que defienden sus intereses políticos y económicos, ejercen su derecho a la libre determinación, conquistado desde 1945, y defienden su soberanía e integridad territorial, a los que califican frecuentemente como “Estados forajidos”, según las mismas doctrinas del norte.
 
Dichas doctrinas pretenden hacer una reinterpretación minimalista de la soberanía, hacia una “soberanía responsable ante el ámbito internacional”, supeditándola a lo que la comunidad internacional (controlada por los ricos y poderosos) considere como “responsable”.


INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE CHÁVEZ EN LA ONU


El Presidente Hugo Chávez Frías en intervención histórica que realizara en la Asamblea General de la ONU, durante la adopción del Documento Final del 2005, formuló preguntas trascendentales en torno a la doctrina de la Responsabilidad de Proteger, que hasta la fecha no han sido respondidas: ¿Quién va a proteger a las poblaciones? ¿Quién decidirá a quién y cómo proteger? ¿No es ésta una nueva estrategia de intervencionismo imperialista para legalizar la violación a la soberanía nacional?


PERSPECTIVAS ACTUALES


Es evidente como el pueblo libio fue víctima de las ambiciones económicas y políticas de un grupo de potencias imperiales abiertamente interesadas en sus riquezas económicas (para resistir la crisis económica surgida en Europa y Norteamérica) y controlar la posición geoestratégica de Libia en la región; violando a todas luces su soberanía e integridad territorial, y desconociendo su derecho a la libre determinación.


Es así, como vemos el accionar de la OTAN descargando toda su criminal artillería militar al supuesto nombre de la paz y de la protección de civiles, mientras la “comunidad internacional” observa maniatada la manera indiscriminada como se inventan y libran guerras por intereses económicos y geopolíticos, encubiertas con artificios legales de la talla de la Responsabilidad de Proteger.


No obstante, en vista que China y Rusia se opusieron recientemente en el Consejo de Seguridad de la ONU a la resolución propuesta contra Siria, dicha doctrina sufre un importante revés en su curso por el derecho internacional. Ambos países expresaron su preocupación por las intenciones marcadamente intervencionistas de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, quienes lejos de buscar salidas pacíficas a la situación y propiciar una verdadera negociación entre las partes, han provocado y generado mayores dificultades en el concierto internacional.


EL RETO PARA NUESTRA REGIÓN


El alcance final de estas doctrinas imperialistas es difícil predecirlo de momento, lo que queda en evidencia es la creciente crisis política en la institucionalidad internacional de la posguerra y la necesidad de superar esos viejos esquemas de la posguerra con alternativas de concertación política regional en el cual todos los países seamos verdaderamente iguales y se cumplan los principios, hoy día violentados por el norte, de la autodeterminación de los pueblos, soberanía e integridad territorial. Latinoamérica y El Caribe caminan la senda de la CELAC y construyen esa alternativa al viejo modelo en crisis.

Dilema Imperialista contra Iran

Autores: Alexander Suarez/Jonel Ortiz  
Publicado por Ciudad Caracas

Antes de finalizar 2011 fue notorio el derribamiento cibernético por parte de las Fuerzas Armadas Iraníes de un RQ-170 Sentinel, avión espía utilizado por la CIA y otros organismos afines para realizar operaciones encubiertas de una vasta operación aérea denominada “drone wars”, ejercida a escala global en los diferentes teatros de operaciones donde incursiona la maquinaria bélica estadounidense.

En la agenda política pública de EEUU se ve con preocupación la influencia ejercida por la República Islámica de Irán en el escenario global. El desarrollo de su programa nuclear es motivo de amenazas hacia esta nación, sobre lo que su Estrategia de Seguridad Nacional, señala:

“Durante décadas, la República Islámica del Irán ha puesto en peligro la seguridad de la región y a Estados Unidos. Se puede ofrecer a Irán un camino hacia un futuro mejor, siempre y cuando los líderes de Irán estén dispuestos a tomarlo”… “Estados Unidos busca un futuro en el que Irán cumpla con sus responsabilidades internacionales”… “Si el Gobierno iraní sigue negándose a cumplir con sus obligaciones internacionales, se enfrentará a un mayor aislamiento”.

Asimismo, resaltan sanciones impuestas contra las empresas que realicen transacciones con el Banco Central de Irán, la mayoría relacionadas con la compra de hidrocarburos de procedencia iraní, con el objetivo de persuadir a la mayoría de los países de no comerciar con Irán.

Medidas que constituyen un escenario de guerra de baja intensidad contra los persas. Guerra encaminada a la disuasión de la “aún no demostrada” fabricación de armas de destrucción, y supuesto impedimento que estas terminen en manos de extremistas de la región.

En materia de sanciones económicas, informes de inteligencia de EEUU apuntan que no son dirigidas sólo al área energética, sino que incluyen medidas encaminadas a frenar el desenvolvimiento de bancos y finanzas de aquellos actores que “apoyan la prolongación del sistema político iraní”.

¿PRIMAVERA ÁRABE EN IRÁN?
Ello evidencia que estas presiones buscan, asimismo, generar las contradicciones internas necesarias, según los manuales de la CIA, para una primavera árabe en Irán, al mismo tenor de las propiciadas en otros países del Medio Oriente.
En el aspecto militar, la doctrina apunta a incrementar los ejercicios militares en la zona, así como el despliegue moderado de fuerzas convencionales en la región. Sin embargo, sus analistas militares ven una escalada hacia una guerra convencional como improbable y poco conveniente para el momento.

HACIA UNA GUERRA NO CONVENCIONAL
Según los informes, las aproximaciones hacia un conflicto convencional no garantizarían el éxito deseado para los intereses de la administración Obama, lo que apunta a que las primeras acciones para una incursión militar recaerían sobre Israel, considerando su doctrina militar hostil hacia Irán, y su potencial de ataque a las instalaciones del programa nuclear.

Esta situación unilateral abriría el abanico para justificar políticamente una mayor presencia militar en la zona, que garantice el suministro petrolero, y así ganar el tiempo suficiente para resguardar los intereses energéticos del imperialismo en el Estrecho de Ormuz, así como para posicionar fuerzas estadounidenses en lugares estratégicos en maniobras de disuasión nuclear, invasión o apoyo logístico para una acción multinacional.

POTENCIAS EN UNA ENCRUCIJADA
Las potencias imperialistas, de esta manera, se encuentran en una encrucijada sobre el camino a seguir, y los plazos de su ejecución, para obtener su anhelada intervención militar en Irán para contrarrestar su papel preponderante en la región, que ha alcanzado en desmedro de Israel; frente a un Irán que mantiene firme posición en su política soberana de desarrollo de su investigación nuclear con fines pacíficos. A lo que se le suman las recientes manifestaciones de apoyo a Irán, por parte de Rusia y China, potencias militares con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, ante las pretensiones guerreristas de las potencias occidentales.

En este sentido, las perspectivas a corto plazo son poco alentadoras para los planes de recuperación económica y reposicionamiento militar de EEUU. Los costos de una agresión de la magnitud prevista por los expertos militares yanquis, serían injustificables ante la población de ese país, y los beneficios de tal “inversión” serían inciertos.

Ante este cuadro, pareciera que la vía más expedita sería que EEUU gire instrucciones a Israel para que desate una agresión contra Irán, de forma tal que los costos políticos los asuma ese Estado fallido (absolutamente negado a cumplir con sus obligaciones internacionales) e incorporar potencias de la coalición imperialista (EEUU, Inglaterra, Francia, etc.) en la medida en que el escenario político y militar de la región se vaya dinamizando. Hay expertos que ya asoman sus certezas en este sentido.

Alta participación en elecciones parlamentarias
Los iraníes votaron ayer para renovar los 290 diputados de un parlamento que seguirá dominado por los conservadores en el poder, mientras que la oposición rechazó participar para protestar contra la represión de la que ha sido víctima desde 2009, reseñó AFP.

Conforme a lo anunciado por dirigentes, la mayoría de las evaluaciones oficiales parciales registraba en la noche una participación superior a la de las anteriores legislativas, superando a veces 60% en provincia.

Por otra parte, el canal Telesur informó que según destaca el canal iraní Press TV, a dos horas del cierre de los centros de votación un total de 31 millones de papeletas electorales habían sido utilizadas, lo que confirma una alta participación de los llamados a sufragar.

El medio agrega que el tiempo de votación para elegir a los 290 diputados del Majlis (parlamento) fue extendido por las autoridades electorales debido a que en la mayoría de las provincias los sufragantes lo 
solicitaron.

Las autoridades electorales de la nación esperan tener los resultados definitivos de los comicios para el fin de año persa, que culmina el próximo 19 de marzo y podría haber una segunda vuelta, antes de dos meses, en caso de que en algunas circunscripciones hayan escaños que no lleguen a un mínimo exigido de votos.

ISRAEL SIN LÍMITES A ACCIONES MILITARES
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo ayer que no fijará “líneas rojas” (límites) a la acción militar contra Irán, e insistió en que quiere preservar la libertad de maniobra de Israel, dijo AFP.
“No he establecido líneas rojas a Estados Unidos y no estableceré líneas rojas”, señaló. “Quiero preservar la libertad de Israel de maniobrar a la luz de las amenazas, cualquier país exigiría lo mismo”, expresó al llegar a Canadá.

Harper, por su parte, dijo que quiere ver una “solución pacífica” a la amenaza nuclear iraní.
Netanyahu llegó a Canadá antes de la reunión que sostendrá en la Casa Blanca, que se espera esté focalizadas en detener la carrera nuclear iraní.