Autores: Agustín León /Jonel Ortiz
El Comandante Presidente Hugo Chávez Frías en transmisión en vivo por el
Sistema Nacional de Medios Públicos el pasado miércoles 09 de
noviembre, denunció que la Marina de Guerra Bolivariana detectó e
intersectó en aguas del espacio marítimo venezolano un submarino que por
su rapidez en el sigilo y escape se presupone que es un submarino de
impulso nuclear. Antes de cualquier investigación profunda que se
realice por los órganos militares y civiles competentes, estamos
obligados en sentar las bases de ciertas afirmaciones con respecto a
esta posible violación flagrante del espacio marítimo venezolano.
Primero
: constituye una violación del espacio marítimo, cualquier embarcación
militar o civil, cuyo ingreso en aguas marítimas territoriales no esté
debidamente autorizado, salvo en caso de poseer bandera nacional.
Recordemos el caso de la crisis diplomático – militar entre Venezuela y
Colombia en 1987 por la violación del espacio marítimo en el Golfo de
Venezuela. La Crisis de la Corbeta Caldas no fue la primera ocasión en
que se corrió el riesgo de una confrontación armada en el Golfo de
Venezuela, pues se considera que el Golfo posee gran importancia
estratégica para Venezuela, a causa de la existencia de grandes reservas
de petróleo en explotación.
Segundo: de ser
cierta la hipótesis de la violación del espacio marítimo venezolano por
un submarino no identificado de tipo nuclear, será necesario entonces
buscar el agente (país) provocador y agresor. Las características que
suponen una hipótesis de conflicto submarino nuclear, presuponen a su
vez que el agresor es un país del “primer mundo” con altísimas
capacidades tecnológicas de tipo militar. Un submarino nuclear por
denominación es un aparato militar clasificado como “Estratégico”, es decir, para la guerra nuclear. Estos submarinos son llamados “Submarinos de Misiles Balísticos Intercontinentales” con capacidad de lanzar misiles con ojivas nucleares a más de 4.000 Km. de distancia.
Tercero : aceptada la hipótesis de la violación del espacio marítimo venezolano por una potencia mundial, al Frente Internacionalista Bolivariano no
le queda la menor duda que es una estrategia de provocación de los
Estados Unidos de Norteamérica. Es necesario responder de manera
enfática con vehemente denuncia ante los Organismos Internacionales. Es
enseñanza para la Revolución Bolivariana, que es la hora de reforzar la
política de defensa integral del territorio, que abarque el uso de la
investigación y desarrollo de armas estratégicas, entre ellas un
programa de misiles de mediano y largo alcance. La adquisión de aparatos
militares “equilibradores” de esa amenaza como más submarinos de
tecnología rusa o china. Más política publica para el desarrollo en
sistemas de detección satelital y sonar, para ampliar nuestra capacidad
de respuesta ante este tipo de amenazas.
Cuarto:
La denuncia de violación de la soberanía hecha por el Comandante
Presidente Chávez por un submarino nuclear, nos incluye lamentablemente
dentro del área potencial de confluencia de conflictos con el hegemón
del norte. De esta manera, nos abrimos pasos al estudio político de la
persuasión militar que debemos desarrollar en el marco de nuestra
doctrina de seguridad y defensa integral, basada en el nuevo pensamiento
militar bolivariano.
Quinto; Considerando el
carácter de potencial conflicto asimétrico al cual nos está induciendo
el Gobierno de Estados Unidos, asumiendo que es una respuesta ante la
crisis del sistema capitalista y un ataque ante la alternativa
socialista y emancipadora asumida por la Revolución Bolivariana,
denunciamos la campaña de guerra psicológica permanente iniciada contra
nuestro Pueblo y Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
En este
sentido caracterizamos lo siguientes elementos de esa estrategia
imperialista, que figuran en los conocidos manuales de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA) para derrocar los gobiernos que no se
constituyan en sus títeres y someter a los pueblos libres:
1.
El inicio de una campañas feroces para crear la noción de incertidumbre e
ingobernabilidad dentro del territorio nacional, bajo las premisas de
la “libertad y de derechos humanos” falsamente pregonada por los EUA;
2. Generación, a través de los medios de comunicación masiva, de
percepciones de escalada de conflicto regional, con el objetivo de
inducir a la opinión pública mundial a legitimar sus intervenciones y
agresiones.
3. Introducir fuerzas especiales y asesores de organismos de inteligencia con la misión de:
a. contactar fuerzas contrarrevolucionarias y crear canales de comunicación con las fuerzas de coalición imperialista.
b. Suministrar apoyo logístico y entrenamiento a fuerzas contrarrevolucionarias.
c. Asesorar y organizar políticamente la contrarrevolución para crear
“liderazgos” visibles de articulación política beligerante y posibles
“sucesores” locales.
d. A través de fuerzas especiales,
elaborar inteligencia oportuna para ubicar objetivos militares, objeto
de coacción y ataques sistemáticos.
4. Aislar y neutralizar la
estructura organizativa de Centros de Comando y Control, por medio de
bajas selectivas a miembros de la cadena de mando.
5. Desmontar aparatos logísticos, radares y sistemas antiaéreos de defensa nacional.
Para concluir, los elementos enunciados son manifestaciones abiertas de
los planes de agresión militar a los que los imperios, en la historia
reciente, han demostrados estar dispuestos a someter a los pueblos que
decidan escribir su propia historia y sus propios modelos económicos,
políticos y culturales, en plena soberanía y sin ningún tipo de
tutelaje, representando amenazas a sus intereses fundamentales.
Por ello, el llamado de rigor debe ser el de imprimir un mayor carácter
internacionalista a la Revolución Bolivariana, entendiendo que ante la
ola de agresiones imperialistas por países del “primer mundo” subsumidos
en sendas crisis económicas, la resistencia de los pueblos del mundo
debe adoptar el carácter global necesario.
Asimismo, es de suma
importancia reiterar la necesidad de reforzar, aun más, la alianza
pueblo – fuerza armada en nuestro país, por medio de la instrucción
militar proporcionada en la Milicia Nacional Bolivariana a nuestra
población civil, como componente fundamental de la doctrina bolivariana
de defensa integral del territorio, concebida para la liberación de los
pueblos de yugos imperialistas.
De tal forma, en medio de una
escalada de agresiones imperialistas, cobra gran vigencia hoy día
aquella frase de Ernesto Che Guevara que rezaba:
“Ante el imperialismo yanqui,
una, dos, tres Vietnam
Es la consigna”
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